Outlander: Más que una Serie, un Viaje a la Escocia del Siglo XVIII

Outlander no es solo una serie... es un fenómeno. Una de esas historias que te atrapan desde el primer capítulo y ya no te sueltan. Y cuando digo atrapan, lo digo literal: sigo ahí metida, en plena Escocia del siglo XVIII, entre paisajes de ensueño, castillos históricos y personajes que parecen sacados de una novela (aunque lo sean, claro).

Por qué Outlander es una serie imprescindible

La ambientación, el vestuario, los diálogos, los protagonistas… todo parece tan real que sientes que podrías tocarlo. Si eres fan de verdad, seguro que más de una vez has soñado con hacer una ruta por Escocia: desde Edimburgo hasta Inverness, pasando por los castillos y valles donde se grabó la serie. Sí, existen tours turísticos temáticos de Outlander, y no, no son baratos… pero tienen pinta de ser inolvidables.

Jamie Fraser: el escocés que nos robó el corazón

Y ya que hablamos de inolvidables... ¿qué me dices de Jamie Fraser? Ese escocés de mirada intensa, nobleza en vena y carácter de otro siglo. Vale, sí, lleva falda —aunque técnicamente se llama kilt, la prenda tradicional escocesa hecha con tartán, que usaban los clanes de las Tierras Altas—. Y sí, existe el mito de que se lleva sin ropa interior… pero mejor no entremos en detalles sobre la ventilación escocesa del siglo XVIII 😅.

Claire: una protagonista fuera de época (y casi de la realidad)

Y hablemos de Claire, claro. Una mujer fuerte, decidida, empática, adelantada a su tiempo... tanto, que en esa época la tildan de bruja por ser simplemente inteligente y no agachar la cabeza. Pero seamos sinceras: todo muy bonito, pero si Claire no fuera la protagonista, habría muerto en la temporada 1. O la habrían ejecutado, o la hubiesen dejado tirada en una batalla. ¡Esta mujer ha sobrevivido a más desgracias que un personaje de Juego de Tronos! Tiene más vidas que un gato y una resistencia emocional y física digna de superhéroe.

Siempre está al borde del abismo, pero nunca cae. O la salvan. O se salva sola. Por eso la amamos y, a la vez, no podemos evitar pensar: esto solo pasa porque es ficción.

Ser mujer en el siglo XVIII: la parte que no querríamos vivir

Eso sí, por muy bonito que parezca viajar en el tiempo, ser mujer en esa época da miedo. Y la serie no lo esconde. Desde el rol de florero o sirvienta, hasta los abusos psicológicos y sexuales, Outlander nos muestra la crudeza del pasado. Hay escenas durísimas, que te hacen dar gracias por vivir en el siglo XXI. Aunque, seamos realistas, este siglo también tiene lo suyo... pero eso ya es otro debate.

¿Por qué Outlander engancha tanto?

Porque te lo da todo: historia, romance, drama, magia, acción, feminismo, y mucho corazón. Ya vamos por la temporada 7 y, aunque a veces se note el peso de los años, seguimos ahí. Porque cuando una historia te toca de verdad, no hay forma de abandonarla.

¿Y tú? ¿También te dejarías caer por las piedras de Craigh na Dun si eso significara vivir una vida como la de Claire —con todo lo bueno y todo lo duro—?



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