Del Incienso al Rebujito: ¡Arranca la Feria de Abril en Sevilla!

En Sevilla no hay respiro. Se apaga el incienso y se encienden los farolillos. Termina el Domingo de Resurrección y ¡pum!, automáticamente todo el mundo se pone en modo feria. Es como darle la vuelta a la tortilla: de recogimiento a rebujito en un día.

¿Hay Batalla entre Semana Santa y Feria de Abril?

Hombre... son distintas, pero las dos están en el top de las fiestas más queridas de Sevilla.
Eso sí, el cambio es real: si en Semana Santa se va de punta en blanco, en Feria... no te quiero ni contar.

Aquí empieza el lío, sobre todo para nosotras, las chicas. 

Arreglos de Última Hora: ¿Cómo Vamos Vestidas?

Madre mía, que se nos echa el tiempo encima... ¡el vestido de flamenca no se va a coser solo!

Aquí hay dos bandos clarísimos:

Las que van a modista con diseño en mano, como si fueran a la final de Maestros de la Costura.

Las que lo compran hecho en tienda, pero eso sí: buscando tejidos buenos, nada que parezca un disfraz.

Ojo con los disfraces:
Los chinos enormes de Sevilla se han flipado. Vestidos de flamenca a 200 €, hechos con tela de trapo para limpiar cristales. ¡NO!
Le pongas los volantes que le pongas, sigue siendo un disfraz caro. 

También están las tiendas low cost, que lo petan con sus packs (vestido + mantón + pendientes y clavel de regalo) por unos 100 €. Esto es como cuando hacías botellón y te venía todo el combo con hielo y pipas.
Perfecto si solo vas un ratito o vienes de fuera y quieres vivir la experiencia sin dejarte el sueldo.

¿Y los Hombres?

Muy fácil: traje de chaqueta, camisa, corbata y a correr. No se complican. Aunque eso sí, los dos días antes del pescaíto están a reventar las tiendas llenas de hombres buscando americana a última hora. ¡Ellos también viven el caos, no creas!

¿Bailamos?

Por supuesto, sevillanas.
La gente, en cuanto pisa el albero... ya se cree bailaor/a de flamenco de pura raza. Pero déjame decirte una cosa: no todo el mundo sabe bailar sevillanas.
Y es aquí donde entra la prisa: todavía en plena Semana Santa, o la semana antes de la Feria, empiezan a apuntarse a los famosos intensivos de "aprende sevillanas en 4 horas".
¡Ja! Permíteme que me ría. Porque en 4 horas no aprendes a bailar sevillanas, cariño, y si me dices que sí... te diré que no.
Con suerte, en 4 horas te aprendes la primera (y no del todo perfecta). Y aún así, necesitarás mucho ensayo, mucha práctica y muchas risas por el camino.
Porque una cosa es seguir el paso a paso... y otra muy distinta, moverte con arte.
¡Eso, solo te lo da el tiempo... y las ferias vividas!

El Pescaíto

Amigos y amigas: este año el pescaíto vuelve a ser lunes, como manda la tradición. Que si el sábado molaba más, que si el lunes es más auténtico porque solo van los de aquí... yo ahí no me meto. Lo que me interesa, como siempre, es el outfit del pescaíto y la comida.

Redes sociales a tope: fotos de modelitos, maquillajes, peinados, uñas, tacones... Es un no parar. Y sí, mola para coger ideas, pero también pasa lo de siempre: tres o cuatro con el mismo outfit (eso sí, distinta percha, que no es lo mismo). Y tú dirás: "bueno, que cada uno vaya como quiera". Pues sí, claro, pero... no está bien visto ir informal. A un sevillano ni se le pasa por la cabeza ir en vaqueros al pescaíto. Y sin querer generalizar, quien va así... es porque es "de Sevilla", pero de los alrededores, ejem, que nadie se ofenda.

¿Y entre Pecho y Espalda?

Y luego ya sabes cómo va: una jarra de rebujito, otra, otra más... Catavino en mano, brindis, sevillanas, buena charla... y cuando te das cuenta, llevas más jarras que sevillanas bailadas. Y sí, la resaca al día siguiente es MO-NU-MEN-TAL. Como tengas guardia o curro a primera hora... no te levantas, cariño. Vas directa a la UCI (lo sé por experiencia 🙈).

¿Y las comidas en la caseta? Pues como en toda feria: caras y malas. Aunque te sirvan jamón de bellota... el puñal te atraviesa el esternón, te guste o no. Eso sí, con tres jarras de rebujito, duele menos: todo son risas hasta el día siguiente, cuando entras en la app de tu banco o, si eres valiente, te atreves a mirar la cartera.

Si tienes caseta, como buen sevillano de pura cepa, tienes la suerte de que siempre hay alguien que se estrena pagando la primera ronda.
Y tras este, otro valiente más que se anima.

Ahora bien, si te retiras a tiempo, tu única inversión será en uñas, maquillaje y modelito.
Pero si te vienes arriba, graciosa y entonada, te tocará pagar alguna que otra ronda... y lo sabes. 😉

Así que dime tú...
¿Este año vas a ir al pescaíto o vas a pedir algo a domicilio en casa con los colegas?
P.D.: tiene su ventaja, ¿eh? La primera noche el puñal en el esternón no duele tanto.

¡Vámosnos pa’ la feria, cariño mío! ¡Olé! 🕺💃

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