Sobrevivir a Cuarenta y tantos Grados : Guía Realista de Planes

¿Qué hacer cuando trabajas por la mañana y luego te dejan tardes libres con estas temperaturas? Ladies and gentlemen… está siendo un infierno. Ni una brizna de aire corre. Es verano, no quieres trabajar, pero no eres rico y no tienes vacaciones todo el mes… aun así, si trabajas en un despacho con aire acondicionado… zas, milagro. Al menos estás ocupada y relativamente fresquita. Visto así, parece que trabajar todo el día nunca fue tan tentador, ¿no?

Si buscas en Google “planes para hacer en Sevilla en verano a 39 grados”, te aparecen las típicas listas de “cosas que hacer bajo el sol abrasador”. Vamos a sacarle punta. Spoiler: de esos planes, solo uno… quizás dos… sobreviven al calor.

1. Paseo acuático: ríos, kayaks y piscinas

Flotar sobre el agua suena maravilloso… pero la verdad es que  ni se siente el agua, te abrasas con el calor. ¿Y el río? Primero, está prohibido bañarse, y segundo, créeme que no lo harías ni loco. Misterios que oculta ese agua...
Los kayaks, los parques acuáticos y las piscinas solo funcionan si eres anfibio. Andar de una atracción a otra es como meterte en un invernadero gigante: húmedo, caliente y sin aire. ¿Kayaks? Lo vi el otro día a las 8:30 h de la tarde: cuatro kayaks en el río,  ni se movían del sitio, seguramente turistas. ¿Qué hacían? Visitar una de las ciudades más bonitas de Andalucía y abrasarse. Bravo.

2. Tapas en la sombra

Patios frescos… ja. Quien no vive en Sevilla no tiene ni idea. En agosto hasta los bares cierran. Las terrazas recogidas, sombrillas plegadas, locales cerrados. Si encuentras algo abierto, seguramente sea una franquicia para turistas, en las que puedes encontrar tres tipos de personas: extranjeros, el vecino que no puede pasar sin su caña, y los desafortunados que no tuvieron más remedio que salir a esas horas, con esas temperaturas, a hacer un "recado". eso de disfrutar de un  salmorejo, un poquito de  jamón o ensaladilla, lo dejamos para otro momento del año. Plan fallido.

3. Museos y aire acondicionado

Sí, dentro de los museos hace fresco y hay aire acondicionado. El problema es llegar hasta allí. Bus, tranvía, coche… sales a la calle y te golpea un calor que parece un castigo en toda regla. Buscar parking con 40 grados, sin oxígeno suficiente… pereza 100%. Mejor saltamos este plan.

4. Siestas estratégicas

La siesta sí funciona. Pero no cualquier siesta: necesitamos mínimo tres horas para que la tarde pase más rápido y sobrevivas al calor. Este es, de momento, el mejor plan.

5. Paseos nocturnos

Cuando el sol baja, la ciudad se transforma… siempre que a las 10 h de la noche no haga 37 grados, que ya es mucho. Si es más alta, olvídalo: ni el tato sale a la calle, el riesgo de deshidratarte es alto.

6. Helados

No hay debate: tomarte un helado en verano es glorioso. Pero volvemos al monotema: ¿quién sale a buscarlo con esta calor? Las heladerías abiertas están más solas que la una, así que genial, sin colas. Pasear con el helado en la calle… olvídalo. Mejor disfrutarlo allí mismo, bajo el aire acondicionado. Sé que es así porque lo he vivido.🫠

7. Cine y centros comerciales cerrados

El cine es el último oasis: fresquito, con palomitas y chuches. Pro: perfecto para familias con niños. Contra: para adultos solteros o sin hijos...olvídalo; últimamente solo ponen películas de superhéroes o infantiles. Pero oye, sobrevivir al calor también tiene sus recompensas, aunque sea frente a la pantalla gigante. Y el tema de centros comerciales... puede ser un acierto, aunque no tengas que comprar nada. Horas allí paseando, viendo a gente, una Coca- Cola, un heladito, y aire gratuito. ¡Tú eliges!

Sobrevivir al verano

Si tienes la suerte de tener casa en la playa… ¡enhorabuena!, allí la temperatura será algo más baja, puedes aprovechar, vas y vuelves, con plan o sin plan.

Si no… solo te queda bajar a la piscina y arrugarte  o secarte como pasa (dependiendo de si estás a remojo o al sol), quedarte en casa y poner Netflix y encender el aire acondicionado. Un día, vale. Dos días, aceptable. Tres… tolerable. Pero al cuarto… ya te tiras de los pelos, sabiendo que además es verano y ni de una tapa puedes disfrutar.

Que bajen ya las temperaturas, por favor. ¿Quién quiere calor? Porque yo… yo ya he dicho basta.




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