Segunda Parte: 6 Semanas después… y Merezco una 🏅

Pues sí, chicos… he completado las 6 semanas del plan. ¡Seis! ¡45 días exactos! Solo siguiendo la alimentación (deporte… ejem, solo dos días de fuerza, pero he salido a andar todos los días). Ya podéis aplaudirme, porque me merezco una medalla. Y si no sabéis de qué hablo, os dejo aquí la primera parte (pincha en lo naranja).

Resultados que valen la pena

 * Peso: -5 kilos (yo)
 * Volumen: sobre todo cintura, ¡la ropa me queda mejor!
 *Fuerza: cero patatero, mal por mi parte 😅
 *Otros participantes: algunos han perdido hasta 7 kilos, han ganado fuerza y se han adaptado a los entrenamientos, ¡les encanta!

Además, durante estas semanas también hemos tenido clases de yoga y zumba, que aportan variedad, diversión y un toque de movimiento que hace que todo el plan sea más dinámico y llevadero.

Y lo más importante: he creado hábitos. La última semana ni siquiera pensé que estaba “en el reto”; ya se había incorporado a mi vida.

Comidas: del odio al amor y viceversa

Casi todas me han encantado… bueno, creo que todas, a excepción de la noche de pescado, ahora os cuento. El plan se compone de comidas rápidas de hacer, combinaciones nuevas y, sobre todo, puedes comer de todo, pero aprendiendo a combinar alimentos y cantidades (esto me ha quedado muy claro y grabado: C-A-N-T-I-D-A-D.).

Hubo un par de noches de pescado al horno con verduras… uff 😬. Podías poner el pescado que te indicaban u otro, pero  yo solo como salmón. Ese salmón con pimientos y cebolla quedó grabado en mi memoria como el villano del plan. Prefiero mil veces meterle carne o incluso una ensalada simple con aceite y sal.

Por otro lado, algunas recetas que pensaba que serían un fracaso… madre mía, estaban brutales. Incluso desayunos que jamás hubiera probado se han convertido en mis favoritos para siempre.

Fotos, Telegram y el poder de la estética 

Chicos, aquí va la joya del plan: las fotos de las comidas.
Imagina una ensalada con garbanzos: si pones todo separado en el plato, no es fotogénico y ni te entra por los ojos. Pero si lo emplatas bien y le das un toque chic, el cambio es mínimo… ¡y todo parece mucho más apetecible!

El creador  de esta genial idea se habrá reído un montón (y a veces le habrá explotado la cabeza) con nuestras locuras, pero siempre contestaba a lo importante.

Momentos dulces y pequeños deslices 

Sí, he tenido necesidad de dulce alguna vez, pero no dulce de lo que se incluye en el plan, sino de chocolate de pastelería que chorrea por toda la boca, la barbilla y hasta el cuello… caracolas, bollicaos, bolas… a eso me refiero. Pues bueno, lo llevé bien. También es cierto que me he saltado 2 o 3 días por cumpleaños o comidas ya previstas y es ahí donde  he calmado esos antojos, pero no pasa nada. Al día siguiente, volvía a las andadas sin drama.

Agua, verduras y hábitos que perduran 

Beber suficiente agua es fundamental. El día que bebía menos de 1,5 L me sentía fatal, como si mi cuerpo me pidiera agua por necesidad o por costumbre, no lo sé.

He comido más verduras en estas 6 semanas que en toda mi vida: calabacín, berenjena, pimientos rojos, verdes, amarillos… incluso negros si hubiera, y la cebolla ha sido como el skincare diario, no ha faltado nunca. Lo mejor: me han quedado como hábito, sigo comiéndola, y digo esto, un día después de acabar el reto.

De hecho, para esta noche ya planeo mis pimientos rojos rellenos al horno con sofrito de carne o atún y un poco de mozzarella gratinada. ¡Ya está más que incorporado a mi vida!

Tecnología que ayuda: la app del plan 

Una de las cosas que más me ha facilitado todo ha sido la app del plan. Con ella puedes:

  *Ver los menús y recetas del día o de la semana.

  *Consultar los entrenamientos (aunque yo solo hice un par de días de fuerza).

  *Anotar medidas y progreso, para ver resultados reales.

  *Hacer fotos de tus comidas y subirlas al grupo si quieres presumir un poco 😉.

Es como tener un asistente personal en el bolsillo, y creedme, ver tu progreso ahí registrado motiva muchísimo.

Reflexiones finales

Acompañamiento: tener a alguien que te acompañe en este camino es fundamental. El grupo, las fotos, los comentarios… todo ayuda un montón.

Voluntad: he comprobado que tengo fuerza de voluntad, y sí, se puede acabar un reto de alimentación saludable.

Equilibrio: se puede comer de todo con moderación. Un día de hamburguesa o Burger King no arruina nada; lo importante es ser consciente y compensar el resto de la semana.

En resumen: se puede disfrutar de la comida, crear hábitos saludables y ver resultados sin sufrir. No es magia, es constancia, planificación y un poquito de humor para sobrevivir a los pimientos al horno.

P.D. :🎉Shhhh 🤭… aun no he retomado el running. Como te he dicho, voy a mi ritmo, pero me queda un telediario para retomarlo. Esto está aquí ya!!!




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